¡Cómo Mi psicóloga y Mi coach de TDAH Me Ayudaron!

Hola a todos, he estado viviendo en Madrid durante los últimos 20 años. Esta ciudad ha sido mi hogar y santuario mientras navegaba por los desafíos de la vida y la salud mental.

He tenido momentos memorables, como las fiestas salvajes durante mis primeros días como estudiante de Erasmus, que ahora parecen un recuerdo lejano.
Inicialmente, para abordar mi depresión y fobias, me embarqué en un viaje para comprender y diagnosticar lo que estaba experimentando.

Antes, había visitado a dos psicólogos que atribuyeron erróneamente mi condición solo a la ansiedad, ¡qué pérdida de tiempo! 😞✨

Después de perderme en la vida, tuve una terrible experiencia con un falso psicólogo, quien me llevó al borde de la locura. Se sentía como estar atrapado en una secta, una que él apenas comenzaba y yo era su primera víctima. Me hizo cortar lazos con amigos y familiares para tener un mejor control. Esto demuestra que nadie es inmune a caer en una secta cuando se siente sensible y vulnerable.

Finalmente, tomé la decisión de buscar ayuda profesional genuina y tomé las cosas en serio. Me puse en contacto con un psiquiatra y un psicólogo en un centro especializado. Fue costoso, pero necesario.

Recuerda tener cuidado y siempre consultar a un psiquiatra o psicólogo con licencia y las calificaciones necesarias. También es importante buscar un especialista que comprenda trastornos como el TDAH, ya que algunos psiquiatras pueden tener dificultades para identificarlo con precisión.

El Diagnóstico que Le Dio Nombre a Todo

Hace un año, el 20 de diciembre de 2023, a las 14:32, recibí los resultados del examen WUA IV, que proporcionó un diagnóstico de TDAH. Fue un momento verdaderamente transformador, ya que puso nombre al dolor emocional que había estado experimentando.

Se sintió como un regalo de Navidad, entender finalmente lo que estaba pasando.

Además, solo dos días después, mientras visitaba a mi familia en París, contraje COVID-19 y tuve que pasar por cuarentena. A pesar de estos desafíos, ya estaba en el camino de manejar mi TDAH y tomar un nuevo rumbo. 😉

Pensé que con un diagnóstico, todos mis problemas se resolverían rápidamente.

Sin embargo, me llevó otro año darme cuenta de que solo era parte del viaje. Tendremos que volver a aprender muchas cosas que eran técnicas para individuos neurotípicos desde la infancia, técnicas que no funcionan para gente con TDAH.

Así me di cuenta de que, aunque el diagnóstico fue útil, solo abordaba el 50% de mis problemas. El otro 50% requería aprender nuevas estrategias y adquirir habilidades para manejar el TDAH.

Mi Experiencia con la Psicología:
La Mitad del Viaje

Tras recibir mi diagnóstico, comencé a trabajar con un psicólogo y un psiquiatra.

Este fue un paso crucial en mi viaje hacia la recuperación y una parte integral de mi trabajo de autoayuda. Ambos profesionales me ofrecieron valiosos consejos y estrategias para entender y manejar mi reconstrucción mental.

Además, comenzaron con eso antes de hacerme el test de WUA IV para no estar nervioso y obtener un resultado adecuado, evitando posibles falsos positivos causados por mi ansiedad.

Mi psicóloga, María Moreno Torres me proporcionó herramientas para desentrañar mis pensamientos y emociones, enseñándome cómo reconocer y cambiar patrones de pensamiento negativos.

Por otro lado, mi psiquiatra, Dr. Daniel S. Cohen, se centró más en el aspecto médico de mi salud mental, prescribiéndome medicamentos que ayudaron a equilibrar mi estado de ánimo y a reducir los síntomas de la depresión.

Juntos, estos dos profesionales formaron un equipo formidable que me ayudó a lidiar con mi depresión.

Sin embargo, a medida que avanzaba en mi camino de recuperación, me di cuenta de que la terapia representaba solo la mitad de mi trabajo de autoayuda. Aunque había hecho progresos significativos, todavía había aspectos de mi salud mental que necesitaban atención.

Hoy en día, sigo trabajando con mi psicóloga. Hemos cambiado nuestro enfoque desde la depresión hacia asuntos más personales. A través de nuestras sesiones, he podido profundizar en mi autoconocimiento y trabajar en aspectos de mi vida que van más allá de mi diagnóstico de TDAH.

Esto ha sido invaluable para mí, ya que me ha permitido continuar creciendo y aprendiendo sobre mí mismo, mientras manejo los desafíos que la vida me presenta.

En el próximo segmento, compartiré cómo el coaching se convirtió en la otra mitad de mi viaje y cómo ha transformado mi vida.

Cómo el Coaching Completó mi Viaje

Después de darme cuenta de que la terapia solo estaba abordando la mitad de mis problemas, comencé a explorar otras opciones para mejorar mi salud mental. Fue entonces cuando descubrí el coaching TDAH que resulta muy, pero muy muy diferente al coaching tradicional para neurotípicos.

Tuve la oportunidad de conocer a Ariadne María Ferro, una coach especializada en TDAH. Este encuentro fortuito marcó el comienzo de un nuevo y cautivador capítulo en mi viaje personal.

A diferencia de mi psicóloga, que se centraba más en el análisis de mis emociones y pensamientos pasados, mi coach me ayudó a mirar hacia el futuro.

Juntos, establecimos metas claras y desarrollamos estrategias efectivas para alcanzarlas. Este enfoque proactivo y orientado a la acción fue un cambio de juego para mí.

En particular, el coaching se centra principalmente en cuestiones laborales, ayudándome a navegar por los desafíos de mi carrera profesional con confianza y eficacia.

Ha llenado los vacíos que la terapia no pudo cubrir y me ha proporcionado un conjunto completo de herramientas para manejar mi TDAH.

Aquí tienes una tabla comparativa que ilustra las diferencias entre el enfoque de la psicóloga y con el coaching:

Conclusión

A lo largo de los meses, he aprendido que vivir con mi TDAH no es una sentencia de muerte para la productividad o la felicidad.

Al contrario, ha sido un viaje de autoexploración y autodescubrimiento.

Con la ayuda de terapia, coaching y una serie de estrategias efectivas, he logrado transformar mi vida.

Sin embargo, este es solo mi viaje y sé que cada individuo con TDAH tiene su propia experiencia única.

Por eso, me gustaría invitar a los lectores a compartir sus propias experiencias y estrategias para manejar el TDAH. Juntos, podemos aprender unos de otros y seguir creciendo y adaptándonos en nuestro viaje con el TDAH.